Venecia, una ciudad construida sobre pilotes de madera, se enfrenta a desafíos que amenazan su existencia. Aunque la madera ha resistido durante siglos, el turismo masivo y el cambio climático están poniendo en peligro esta maravilla arquitectónica.
La ciudad de Venecia se fundó en el siglo V en una laguna que ofrecía protección contra los ataques. Para construir sobre el terreno inestable, se utilizaron millones de pilotes de madera que se clavaron en el suelo arcilloso. Estos pilotes se mantienen intactos bajo el agua debido a la falta de oxígeno, lo que ha permitido que la ciudad se mantenga en pie durante siglos.
Sin embargo, el asentamiento de la ciudad y las inundaciones periódicas amenazan su supervivencia. Venecia se hunde entre 2 y 4 centímetros cada siglo, y el cambio climático acelera este proceso. Además, las inundaciones frecuentes, conocidas como acqua alta, dañan el patrimonio y afectan a la economía de la ciudad.
El turismo también está causando estragos en Venecia. Si bien el turismo es una fuente importante de ingresos para la ciudad, la afluencia masiva de turistas y los cruceros que pasan cerca de la ciudad están perturbando el lecho marino y dañando los cimientos de la ciudad. Para combatir esto, se han instalado defensas llamadas MOSE, que se elevan para proteger la ciudad de las crecidas.
Venecia no es la única ciudad construida sobre pilotes. Ámsterdam, Ciudad de México y muchas otras ciudades también utilizan esta técnica. Incluso estructuras icónicas como el Puente de Londres, la catedral de San Isaac en San Petersburgo y los puentes de Brooklyn en Nueva York están construidos sobre pilotes de madera.
En resumen, Venecia, una ciudad construida sobre pilotes de madera, se enfrenta a desafíos que amenazan su existencia. El turismo masivo y el cambio climático están poniendo en peligro esta maravilla arquitectónica. Sin embargo, se están tomando medidas para proteger la ciudad, como la instalación de defensas y la regulación del turismo. Aunque Venecia es única, otras ciudades también utilizan pilotes de madera en su construcción.
Imagen: Science Channel, Paolo da Reggio, Slice Science, Didier Descouens