El sector turístico en España enfrenta una descoordinación alarmante que afecta su funcionamiento y crecimiento. A pesar de que el país se dirige a batir récords en turismo, las agencias de viajes y otros actores del sector critican la falta de comprensión de la normativa vigente. La reciente regulación del registro de viajeros ha generado un gran descontento, siendo considerada por muchos como absurda y desconectada de la realidad del sector.
Ramón Estalella, secretario general de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), destacó la necesidad de una mejor comunicación entre los organismos competentes. La falta de un hilo conductor claro ha llevado a problemas de gestión que afectan a todos los involucrados. Inmaculada Benito, directora de turismo de la CEOE, abogó por una agenda nacional coordinada que reconozca al turismo como un motor económico esencial para la reindustrialización de España.
El verano pasado fue un periodo de desafíos y logros, pero también de descontento social, especialmente en relación con la masificación turística. Alfredo Serrano, director de la patronal de cruceros CLIA, mencionó que el debate sobre el turismo se ha polarizado, convirtiéndose en un tema ideológico. Benito propuso una campaña reputacional para mejorar la percepción del turismo, que ha cambiado de ser sinónimo de bienestar a ser visto con recelo en algunas áreas.
La falta de trabajadores y la percepción negativa del turismo son retos que deben abordarse. Asier Pereda, vicepresidente de Fevitur, enfatizó la importancia de escuchar a la sociedad y de involucrar a los residentes en la toma de decisiones. La situación en Barcelona, donde se imponen restricciones a los alojamientos turísticos, ejemplifica la descoordinación existente. Ana Abade, de Booking, subrayó la necesidad de una mesa de coordinación para abordar estos problemas.
Los empresarios del sector confían en la colaboración público-privada y en aplicar políticas que ya han demostrado ser efectivas. La legislación actual es vista como encorsetada y se pide un enfoque más sensato y menos costoso para abordar los desafíos del sector turístico.
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