Cuando te sientes agotado, es común buscar refugio en la cama, pensando que un poco de sueño reparador recargará tus energías. Sin embargo, a veces, incluso después de dormir lo suficiente, el cansancio persiste. Esto puede deberse a que tu cuerpo necesita un tipo de descanso diferente. Aunque a menudo se equiparan, dormir y descansar no son lo mismo. La RAE define descansar como «cesar en el trabajo, reparar las fuerzas con la quietud». Por otro lado, dormir implica llevar a tu cuerpo a un estado de reposo total.
Es fundamental diferenciar entre ambos, ya que el sueño es vital para el funcionamiento físico y cognitivo, mientras que el descanso es crucial para el bienestar emocional y mental. Según la terapeuta Sandra Kushnir, el descanso puede incluir actividades que calman el sistema límbico, permitiéndote estar presente y creativo.
El descanso es esencial para la salud mental, ya que reduce el estrés y la ansiedad, mejora el estado de ánimo y fortalece el sistema inmunológico. Existen hasta siete tipos de descanso: físico, mental, sensorial, emocional, social, creativo y espiritual. Cada uno aborda diferentes aspectos y puede ayudar a aliviar el agotamiento.
Es fácil ignorar las señales de fatiga que envía tu cuerpo. Aunque sabes que debes dormir unas ocho horas, las obligaciones diarias pueden dificultar el descanso. Sin embargo, no hacer nada de vez en cuando puede ser beneficioso, ayudando a aumentar la felicidad y la productividad.
Para lograr un sueño reparador, es importante no desvelarse y despertarse descansado. Escuchar a tu cuerpo es clave para identificar qué tipo de descanso necesita. A veces, un descanso físico no implica una siesta, sino simplemente sentarse en un lugar tranquilo o realizar estiramientos suaves.
Ejercicios de respiración profunda, meditación consciente o paseos por la naturaleza son herramientas recomendadas para aliviar el cansancio mental. Dedica la noche al sueño y durante el día, haz pausas cortas para recargar energías.
Imagen: Business Insider
