El precio del aceite de oliva en España ha experimentado una escalada sin precedentes en los últimos dos años, duplicándose y alcanzando subidas de hasta el 200%. Este incremento se debe a la baja cosecha de aceituna en 2021 y 2022, afectada por heladas tardías y sequía, así como al aumento de los precios de fertilizantes, agua y mano de obra. Además, algunos expertos señalan la posible especulación en el mercado como un factor agravante.
La compañía Deoleo, propietaria de marcas como Koipe y Carbonell, ha anunciado que a partir de septiembre los precios del aceite de oliva comenzarán a desacelerarse, bajando de los actuales 8 euros por litro a entre 3 y 4 euros, niveles similares a los de 2021. Víctor Roig, director general de Deoleo en España, es optimista y prevé que para 2025 los precios volverán a ser los de antes de la crisis.
En el último año, medio millón de hogares han dejado de consumir aceite de oliva debido a su alto precio. Sin embargo, sigue siendo un producto fundamental en la dieta mediterránea y la cultura española. Los consumidores buscan marcas con buena relación calidad-precio, aprovechan ofertas y promociones, y lo consumen de forma responsable. La empresa destaca que, a pesar de la subida de precios, los consumidores prefieren el aceite de oliva a opciones menos saludables como el de girasol.
Habrá que esperar hasta después del verano para confirmar si las previsiones de Deoleo se cumplen y el aceite de oliva se vuelve más asequible.
Imagen: Jordi Otix