Una demanda colectiva ha sido presentada contra Cinemark, alegando que los vasos de cerveza de 24 onzas de la cadena de cines solo pueden contener un máximo de 22 onzas, lo que constituye publicidad engañosa. El demandante, Shane Waldrop, descubrió que el vaso no parecía lo suficientemente grande para contener 24 onzas de líquido y al medirlo en casa, confirmó que solo cabían 22 onzas. La demanda argumenta que esta publicidad falsa viola las leyes estatales y federales de Estados Unidos.
Las concesiones son una parte importante del negocio de los cines y en el último trimestre de Cinemark, los ingresos por concesiones superaron los ingresos por boletos de entrada. A pesar de una disminución del 25% en la asistencia a las películas, los ingresos por concesiones aumentaron en un 3% en comparación con 2019. La demanda alega que parte de estos ingresos se generaron al defraudar a los clientes.
La demanda destaca que una bebida de 24 onzas en Cinemark cuesta solo US$ 1 más que una bebida de 20 onzas, pero debido al volumen real de 22 onzas en el vaso de 24 onzas, el precio por onza es más alto, lo que hace que la bebida más grande sea más cara por onza. Esto contradice la idea de que una bebida más grande debería ser más económica para los consumidores.
La reduflación o «shrinkflation» es una práctica en la que las empresas reducen el tamaño de sus productos para recortar costes en lugar de subir los precios. Esta práctica ha sido objeto de críticas recientes, especialmente en la industria de alimentos envasados. Por lo tanto, esta demanda contra Cinemark se suma a la creciente preocupación de los consumidores por no obtener valor por su dinero.
La demanda colectiva se presenta como una forma de cambiar las malas prácticas empresariales y garantizar que los consumidores obtengan lo que se les promete. En este caso, se busca que Cinemark sea responsable de su publicidad engañosa y se le exija compensar a los clientes afectados.
Imagen: CNN
