La deducción por plan de pensiones es una de las más utilizadas en la declaración de la Renta. Funciona reduciendo la cantidad sobre la que se calcula el IRPF, restándola de los ingresos por los que se calcula el impuesto. Por ejemplo, si una persona ha ganado 22.000 euros y ha aportado 2.000 euros a su plan de pensiones, el IRPF se calcula sobre 20.000 euros. En la declaración de la renta, las aportaciones a planes de pensiones se recogen en la casilla 465. Los planes de pensiones son una herramienta de inversión a largo plazo que generan un ingreso extra para la jubilación. Tienen su propia forma de tributar en la renta, ya que se consideran un salario en diferido. Cuando se rescata el plan de pensiones, las rentas del trabajo deben declararse como un salario. Las pensiones están exentas de tributar si el pensionista tiene un único pagador y sus rentas anuales están por debajo de los 22.000 euros. Si hay dos pagadores y la suma de los rendimientos supera los 14.000 euros, se debe presentar la declaración de la renta si los ingresos del segundo pagador (el plan de pensiones) superan los 1.500 euros anuales. Algunas pensiones están exentas de tributar, como las de incapacidad permanente o gran invalidez, las de orfandad, el auxilio por defunción, entre otras.
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