Hablar de café es hablar de Brasil y Colombia, dos de los principales productores de café arábica. Aunque ambos países tienen sus particularidades, el café colombiano es un símbolo cultural y económico. Sin embargo, actualmente, el precio del café está en aumento, no por su calidad, sino por factores externos como la sequía y tensiones geopolíticas.
Brasil, que representa un tercio de la producción mundial de café, enfrenta la peor sequía en más de 70 años. En 2023, la producción fue de 55 millones de bolsas, y se espera que alcance 59 millones en 2024. Sin embargo, las altas temperaturas, que superan los 44 grados, están afectando las cosechas, y algunos productores reportan pérdidas significativas.
Por otro lado, Colombia también sufre las consecuencias de esta sequía. Aunque las exportaciones habían aumentado un 36% en la primera mitad de 2024, la calidad del café se ve comprometida. Alexander Taborda, representante del comité cafetero de Antioquia, advierte que las cerezas de café podrían no alcanzar el peso y calidad necesarios.
El aumento de precios ya se refleja en la bolsa, donde la libra de café arábica colombiano ha subido un 43% en 2024. Esto se traduce en un incremento del precio para el consumidor final. En Colombia, el costo de 125 kilos de café pergamino seco ha pasado de 1.360.000 pesos a 2.200.000 pesos en un año.
Sin embargo, no todos los productores se benefician de este aumento. El 90% de los caficultores en Colombia son pequeños productores, quienes no siempre obtienen precios justos. Además, la guerra entre Rusia y Ucrania ha encarecido el transporte, afectando aún más la economía cafetera.
Por si fuera poco, fenómenos climáticos como El Niño y La Niña están complicando la situación. Estos eventos extremos, exacerbados por el calentamiento global, afectan las plantaciones en todo el mundo, incluyendo Vietnam, donde se prevé una caída del 10% en la producción de café robusta.
En resumen, la crisis del café en Brasil y Colombia es un reflejo de múltiples factores interconectados que amenazan la producción y el sustento de millones de caficultores.
Imagen: Xataka