El running es una actividad accesible para todas las edades, incluso después de los 50 años. Mantenerse activo es esencial para una vida saludable y correr puede ser una excelente opción. Sin embargo, es importante ajustar el entrenamiento para evitar lesiones. Esto incluye más días de descanso y un calentamiento más intenso.
El Dr. Adam Tenforde, especialista en medicina deportiva, sugiere escuchar las señales del cuerpo. Si el dolor mejora con la actividad, podría ser una lesión menor. Pero si el dolor empeora, podría indicar estrés acumulativo y daño al tejido. Es crucial evaluar cualquier dolor que cause cambios biomecánicos, ya que podría llevar a lesiones más graves.
Para los nuevos en el running, es recomendable empezar despacio y sin presión. Elegir bien las distancias y no correr todos los días puede reducir el riesgo de lesiones. Calentar y estirar antes y después de correr es fundamental para adaptarse al entrenamiento y reducir el riesgo de lesiones. Además, es importante descansar lo suficiente para permitir la recuperación muscular.
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