El Consejo Nacional Electoral de Venezuela ha anunciado que Nicolás Maduro ha sido proclamado vencedor de las elecciones presidenciales con un 51,2% de los votos, frente al 44,2% obtenido por el candidato de la oposición, Edmundo González Urrutia. Con el 80% de las mesas escrutadas, la oposición denuncia un fraude electoral y reclama la publicación de las actas.
El presidente del CNE, Elvis Amoroso, atribuyó la demora en la entrega de resultados a una «agresión en contra del sistema de transmisión de datos» y solicitó una investigación sobre las acciones terroristas contra el sistema electoral. Amoroso aseguró que los resultados son «contundentes e irreversibles».
España y otros países, como Chile, no han reconocido todavía los resultados y exigen transparencia en el proceso electoral. El presidente chileno, Gabriel Boric, calificó los resultados como «difíciles de creer» y pidió la verificación de las actas por veedores internacionales.
La oposición venezolana, liderada por María Corina Machado, denuncia un «saqueo masivo» y asegura que Edmundo González obtuvo el 70% de los votos. La PUD ha reportado irregularidades en el acceso de sus testigos a los centros de votación y alerta sobre un patrón para impedir la supervisión del escrutinio.
El Gobierno de Venezuela ha denunciado una «operación de intervención» por parte de varios países latinoamericanos y políticos de ultraderecha, acusándolos de intentar desvirtuar los resultados electorales. Los cancilleres de Uruguay, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Paraguay y Perú han expresado su preocupación y demandan un conteo transparente de los votos.
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