La Generalitat de Cataluña ha comenzado a multar a pescadores de Castellón tras modificar unilateralmente los límites de las aguas marítimas con la Comunidad Valenciana. Esta medida será impugnada por el Gobierno autonómico de Carlos Mazón, quien la considera una invasión. La frontera, que se encontraba en 123 grados, se ha movido a 133 desde diciembre, según denunció Mazón en un encuentro de la COPE en Valencia.
Como resultado de esta ampliación, algunos pescadores han sido sancionados con 600 euros, pagando la mitad por pronto pago. Mazón ha calificado de intolerable este castigo en un sector ya en crisis por restricciones de Bruselas. Además, ha señalado que la ampliación incluye el arrecife de Castor, una zona rica en pesca donde los pescadores valencianos siempre han trabajado.
El presidente valenciano ha anunciado que impugnará la medida ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y ha ofrecido asistencia jurídica gratuita a los pescadores afectados. También ha criticado al Gobierno de España por no actuar y ha insinuado que podría ser separatista.
El conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, ha solicitado una reunión urgente con el Ejecutivo central para resolver la situación. Sin embargo, Mazón ha lamentado que no ha habido respuesta. La indignación crece por las normativas de la Generalitat de Cataluña, especialmente el Plan de gestión del pulpo común de Les Terres de l’Ebre.
Mazón ha lamentado la indefensión de los pescadores de Castellón, quienes pagaron las multas para reducir el importe. Ha garantizado todo el apoyo de la Generalitat Valenciana y ha criticado que una comunidad autónoma tenga que defender sus límites territoriales marítimos en pleno siglo XXI.
Imagen: JUAN CARLOS SOLER