El perfil de los conductores jóvenes ha cambiado en los últimos años, y cada vez son menos los que obtienen el permiso de conducir y adquieren un coche propio. Esto se debe a varios factores, como los nuevos hábitos de movilidad y las normativas, así como la importancia que le dan a los costos de compra y mantenimiento de un vehículo.
En la actualidad, existen numerosas alternativas de transporte, como el transporte público, VTC, taxi, patinetes y bicicletas eléctricas, que hacen que los jóvenes no dependan tanto de tener un coche propio.
Contrariamente a la creencia popular, los conductores jóvenes no son los que tienen más accidentes de tráfico ni cometen más infracciones. De hecho, el 30% de los fallecidos en accidentes de tráfico en la Unión Europea son mayores de 65 años. En España, la franja de edad de más de 65 años registra un mayor número de fallecidos en accidentes de tráfico que los conductores jóvenes.
Los conductores jóvenes tienen más probabilidades de sufrir un accidente debido a su menor práctica al volante, ya que tienen menos horas de conducción a sus espaldas. Sin embargo, esto no significa que sean más irresponsables, sino que necesitan más experiencia para mejorar su habilidad al volante.
En cuanto al consumo de alcohol, los conductores jóvenes no son los que tienen una mayor tasa de alcoholemia en accidentes de tráfico. De hecho, los conductores fallecidos de 18 a 24 años dieron positivo en un 9,1% en alcohol y drogas, mientras que los conductores de 25 a 54 años representaron el 63,6% de los fallecidos con resultados toxicológicos positivos.
En cuanto a las denuncias de tráfico, los conductores jóvenes no son los que reciben más denuncias por comportamientos inapropiados al volante. La velocidad y la ITV caducada son los principales motivos de estas denuncias, según la DGT.
Por último, los conductores jóvenes también se preocupan por el mantenimiento y reparación de sus vehículos. Representan más del 8% de los clientes de un taller Norauto, y los servicios más contratados son el cambio de neumáticos, frenos y aceite.
En resumen, los conductores jóvenes no son los más propensos a tener accidentes de tráfico ni cometer infracciones. Necesitan más experiencia al volante, pero no son más irresponsables que otros grupos de edad. Además, también se preocupan por el mantenimiento de sus vehículos y utilizan servicios de talleres especializados.
Imagen: F. P.
