El microondas es un electrodoméstico común en muchos hogares, pero su uso imprudente puede llevar a accidentes. Aunque es práctico, hay alimentos que no deben calentarse en él. Por ejemplo, las uvas pueden explotar debido a la presión interna, y los huevos también son peligrosos por el mismo motivo. Las salsas y caldos pueden volverse volátiles, causando explosiones. Otros alimentos como las patatas, el alcohol y las zanahorias crudas también presentan riesgos. Además, el agua puede sobrecalentarse y explotar al ser retirada del microondas.
Es importante evitar introducir materiales como papel y metales, que pueden provocar incendios. Los recipientes de espuma de poliestireno y ciertos plásticos no son aptos para microondas. También se debe tener cuidado al operar el microondas vacío, ya que puede dañarse.
Algunos alimentos, aunque no exploten, pueden volverse tóxicos. Las carnes procesadas y el pollo pueden no eliminar bacterias, mientras que el arroz puede causar intoxicaciones. Las verduras son mejor recalentarlas en un horno convencional para evitar la formación de compuestos dañinos.
Para calentar de forma segura, es recomendable distribuir la comida uniformemente en el plato y usar una taza de agua para mantener la humedad. Conocer el funcionamiento del microondas y qué materiales son seguros es clave para evitar accidentes y disfrutar de una cocina más segura.
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