La famosa cita de Picasso, «La inspiración existe, pero te tiene que encontrar trabajando», resuena en el mundo laboral. Sin embargo, a veces, el cerebro se bloquea y no logra encontrar soluciones. Steve Jobs tenía una estrategia eficaz: levantarse y dar un paseo. Walter Isaacson, su biógrafo, reveló que muchas de sus conversaciones más significativas ocurrieron mientras caminaban. Jony Ive, el diseñador de Apple, también confirmaba que gran parte de su tiempo juntos se dedicaba a pasear.
Varios estudios científicos respaldan esta práctica. Investigaciones de la Harvard Medical School han demostrado que el ejercicio, incluso un simple paseo, favorece el procesamiento de ideas y mejora la memoria. No es necesario realizar entrenamientos prolongados; un paseo de 10 minutos puede ser suficiente para notar beneficios. La neurocientífica Mithu Storoni, autora de ‘Hyperefficient’, explica que cambiar de entorno y realizar actividad física puede ayudar a resolver problemas complejos.
Cuando el cerebro se bloquea, forzarlo a seguir trabajando puede ser contraproducente. En cambio, dar un paseo permite que la mente descanse y se alinee con el cuerpo, manteniendo un estado de alerta adecuado. Al caminar, el cerebro recibe estímulos que evitan el pensamiento obsesivo, permitiendo explorar nuevas soluciones. Además, caminar en entornos naturales puede reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que contribuye a un mejor estado mental.
En resumen, la práctica de caminar no solo es beneficiosa para la salud física, sino que también puede ser una herramienta poderosa para mejorar la creatividad y la productividad en el trabajo.
