Las palmeras son una opción popular en los hogares españoles debido a su facilidad de cuidado y resistencia. Estas plantas, especialmente las del género Dracaena, soportan bien la sequía, altas temperaturas y plagas, convirtiéndose en un elemento decorativo ideal para interiores.
Para reproducir estas palmeras, el método es sencillo: cortar un tallo y plantarlo en tierra nueva. Es crucial que la tierra esté libre de plagas y moho, y que sea rica en nutrientes. Una vez plantado, el esqueje debe regarse hasta que eche raíces y se convierta en una planta independiente.
Para aumentar las probabilidades de éxito, se recomienda cortar a la mitad las hojas del nuevo tallo para reducir la evaporación, especialmente en los meses más calurosos. Además, el tallo debe provenir de una planta sana y adulta para evitar enfermedades y plagas.
Siguiendo estos pasos, se puede obtener una planta elegante y resistente, capaz de sobrevivir incluso a periodos de vacaciones sin riego. En caso de marchitarse por falta de agua, estas palmeras tienen una fácil recuperación.
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