La gastroenteritis puede ser viral, bacteriana, parasitaria o no infecciosa. Los síntomas principales son la diarrea, náuseas, vómitos y calambres estomacales. Es importante hidratarse adecuadamente para evitar la deshidratación. Beber líquidos que ayuden a recuperar los electrolitos perdidos es recomendable. Las bebidas isotónicas y refrescos no son adecuados. Se puede preparar una solución salina en casa. En cuanto a la dieta, es mejor una que facilite la digestión y no irrite la mucosa. Se recomiendan alimentos bien cocidos, como cremas de verduras, pescados blancos y carnes de ave. También se pueden incluir alimentos astringentes, como el arroz blanco, para disminuir la frecuencia de las deposiciones. Las proteínas con poca grasa, como el pescado blanco, los huevos y la carne de ave, son una buena opción. La fruta y verduras deben ser cocidas, sin cáscara y sin semillas.
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