Las primeras impresiones son cruciales, y en las series de televisión, la primera temporada es clave para enganchar a los espectadores. En el caso de ‘Los Simpson’, malas decisiones iniciales podían haber arruinado la serie. Las disputas internas por el piloto estuvieron presentes hasta poco antes del estreno. Curiosamente, la serie comenzó con un especial de Navidad, aunque inicialmente el piloto era el episodio conocido como ‘la niñera ladrona’.
En animación, hay diferencias entre el orden de producción y el orden narrativo. ‘Some Enchanted Evening’ fue el primer episodio producido y se planeaba emitirlo primero. Sin embargo, las reacciones en los test screenings fueron muy negativas. La trama resultaba agresiva para un primer episodio, con una antagonista aterradora y personajes que mostraban su peor cara. La animación primitiva no ayudó. Según Mike Reiss en su libro ‘Springfield Confidencial’, el público quedó en silencio tras la proyección, y el guionista Wally Wolodarsky rompió el hielo con ironía.
La productora Klasky Csupo, encargada de la animación, no cumplió con las expectativas. Desalentado, el equipo casi se rinde hasta que el productor James L. Brooks decidió darle una última oportunidad al animador David Silverman para rehacer el episodio. Esto implicaba rehacer gran parte del episodio original, por lo que se decidió dejarlo para el final de la temporada. Además, se cuestionó si la trama era adecuada para un piloto, optando por el especial navideño en su lugar.
El especial navideño tenía una animación más pulida y era un comienzo más amable para la serie, ayudando a empatizar con los personajes. Este episodio funcionó mucho mejor, siendo divertido, conmovedor, inteligente y dulce, según Reiss. Así, ‘Los Simpson’ logró salvar su estreno y establecerse como una serie icónica.
Imagen: Espinof