La fregona debe limpiarse cada semana para eliminar la suciedad acumulada en sus fibras. Si se decide reemplazarla, es importante hacerlo una vez al mes para deshacerse de las bacterias acumuladas. Para limpiarla, se recomienda llenar el cubo de la fregona con agua caliente y añadir vinagre de limpieza. Opcionalmente, se puede agregar oxígeno activo o zumo de limón para blanquearla. Después de sumergirla en la mezcla, se debe esperar a que el agua se enfríe, escurrir la fregona y dejarla secar al aire libre. Con este procedimiento, la fregona quedará higienizada por completo.
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