Los niños son curiosos por naturaleza y a menudo ponen a prueba a sus padres con preguntas sobre el dinero. Cuando un pequeño pregunta: “¿Somos ricos?”, es fundamental saber cómo responder de manera adecuada. Ron Lieber, experto en finanzas personales, sugiere comenzar con una pregunta: “¿Por qué lo preguntas?” Esta respuesta no solo da tiempo a los padres para reflexionar, sino que también permite entender la motivación detrás de la pregunta.
La conversación puede abrir la puerta a temas sobre la riqueza, las posesiones y lo que realmente significa ser “rico”. Lieber aconseja utilizar preguntas abiertas para guiar a los niños hacia la conclusión de que la riqueza no es lo más importante. En su lugar, se pueden destacar cualidades como la amabilidad y la creatividad.
En algunos casos, los padres pueden optar por ser directos. Una madre, por ejemplo, decidió responder afirmativamente a su hijo cuando le preguntó si eran ricos. Aunque fue un momento difícil, la sinceridad puede ser valiosa. “Ceñirse a la verdad es bueno cuando se trata de dinero”, afirma Beth Kobliner, autora de Make your kid a money genius.
Kobliner también sugiere que los padres adapten su mensaje al nivel de comprensión de sus hijos. Por ejemplo, en lugar de dar cifras exactas, se puede hablar sobre lo que significa tener una casa y una familia. A medida que los niños crecen, se puede ser más específico sobre la situación financiera familiar en comparación con la media del país.
Es importante tener en cuenta que los niños pueden compartir esta información con otros, por lo que los padres deben ser cautelosos al dar cifras exactas. En resumen, hablar sobre el dinero con los niños requiere tacto y consideración, y es una oportunidad para enseñarles valores importantes.
Imagen: Business Insider