En ocasiones, domiciliamos el pago de impuestos a cuentas sin fondos, lo que puede llevar a recargos. Si esto ocurre, es crucial entender cómo evitar el recargo de apremio.
Recargo de apremio se aplica cuando no se paga en el plazo voluntario. Existen tres tipos: el recargo ejecutivo (5%), el recargo de apremio reducido (10%) y el recargo de apremio (20%). Cada uno se aplica según el momento del pago de la deuda.
Para evitar el recargo, es recomendable acudir a un abogado que presente una solicitud de aplazamiento el mismo día del cargo. Aunque algunas deudas no son susceptibles de aplazamiento, esta estrategia puede ayudar a evitar recargos adicionales.
Si se paga la deuda al día siguiente del vencimiento, el Órgano de Recaudación puede considerar la intención de pagar. Si no se está de acuerdo con el recargo, se puede interponer una reclamación ante el Tribunal Económico-Administrativo Regional, argumentando que se solicitó un aplazamiento y que se pagó la deuda en el periodo voluntario.
En resumen, es fundamental actuar rápidamente y conocer los procedimientos para evitar recargos innecesarios en el pago de impuestos.
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