Para tener unas finanzas a prueba de recesión, es importante tener un fondo de emergencia que cubra al menos tres meses de gastos fijos o ingresos. Este fondo debe utilizarse únicamente en situaciones de necesidad, como averías en el coche o problemas de salud. Es necesario ajustar el fondo de emergencia a la situación económica y revisarlo periódicamente. Además, es importante tener un plan para reponer el dinero utilizado en caso de crisis. Tener un fondo de emergencia te preparará para afrontar cualquier situación económica y tomar decisiones que afecten a tu bolsillo.
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