Cortar cebollas puede ser una experiencia desagradable debido a las lágrimas y la irritación que provoca. Esto se debe a que las células de la cebolla contienen azufre y enzimas que producen sulfato de alilo, similar al gas lacrimógeno. Sin embargo, existen trucos caseros para evitar este problema. Uno de ellos es colocar la cebolla en el congelador durante 15 a 30 minutos antes de cortarla, ya que el frío reduce la liberación de gases irritantes. Además, es recomendable utilizar un cuchillo afilado y realizar cortes finos y limpios para minimizar las reacciones enzimáticas. También se puede optar por utilizar gafas de protección o guantes desechables para evitar el contacto directo con los ojos. Es importante tener en cuenta que las cebollas blancas, dulces y moradas son menos irritantes que las amarillas. Con estos trucos, cortar cebollas será mucho más fácil y sin lágrimas.
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