La gastritis nerviosa es una manifestación física común del estrés y la ansiedad. Este trastorno afecta al aparato digestivo, uno de los sistemas más sensibles al estrés. Según el doctor Modesto J. Varas Lorenzo, jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Sanitas CIMA, una buena salud mental es fundamental para evitar respuestas fisiológicas adversas.
Entre los síntomas más frecuentes de la gastritis nerviosa se encuentran los retortijones, dolor de estómago, falta de apetito, diarrea, hinchazón abdominal, mareos, náuseas, eructos, digestiones lentas y reflujo. Aunque no es una patología grave, sí afecta la calidad de vida de los pacientes.
Para aliviar los síntomas, es crucial analizar las circunstancias individuales que generan estrés y ansiedad. Mientras tanto, se pueden seguir algunas recomendaciones alimenticias. Una dieta rica en frutas, verduras y hortalizas es esencial, así como una buena hidratación, bebiendo alrededor de 2 litros de agua diarios. También se recomienda evitar lácteos, alimentos azucarados y platos picantes, y realizar varias comidas pequeñas al día.
Además de la alimentación, cuidar la salud mental es vital. Cambios en la rutina diaria, como realizar respiraciones abdominales, practicar deporte y actividades creativas, pueden aportar calma y tranquilidad. Si el estrés o la ansiedad se cronifican, es importante acudir a un especialista para un diagnóstico preciso y soluciones personalizadas.
Imagen: Andrea Piacquadio. Pexels.