Tres clínicas en Alabama han suspendido sus servicios de fecundación in vitro después de que el Tribunal Supremo del estado determinara que los embriones deben tratarse como personas. La sentencia ha generado preocupación a nivel nacional sobre las posibles repercusiones en la industria de la fertilidad. El hospital de la Universidad de Alabama en Birmingham y otra clínica han anunciado la suspensión de los tratamientos debido al temor de enfrentar persecución penal o indemnizaciones económicas. La sentencia se refiere específicamente a embriones congelados destruidos por accidente, pero podría tener un impacto más amplio en la práctica de la fecundación in vitro. El magistrado que preside el Tribunal Supremo de Alabama sugirió que se deberían establecer regulaciones para limitar el uso de embriones, citando ejemplos de otros países. Esta sentencia se produce en medio de los esfuerzos de la comunidad pro-vida para otorgar personalidad jurídica plena al feto y ha generado controversia política, con los demócratas utilizando el caso como un nuevo punto de ataque contra los republicanos.
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