La industria china ha desarrollado la tecnología necesaria para producir fibra de carbono de categoría T1000 en masa, un material crucial para la industria militar y aeroespacial. Debido al veto tecnológico impuesto por Estados Unidos, China ha tenido que buscar alternativas para acceder a materiales y tecnologías clave. La fibra de carbono de alta calidad, como la T1000, ha sido uno de los materiales controlados debido a sus aplicaciones en la carrera espacial y en la tecnologización de las fuerzas militares chinas. Ahora, China ha logrado mejorar la producción de la fibra de carbono T1000 y se estima que podrá producir más de 1.700 toneladas al año. Este avance será un salvavidas para varias industrias, como la energía de hidrógeno y eólica, que requieren de este material por sus propiedades físicas y durabilidad. Además, la fibra de carbono T1000 es utilizada en misiles, satélites y buques de combate debido a su ligereza y resistencia. También tiene propiedades que la hacen clave en la industria militar, como la capacidad de absorber ondas electromagnéticas y resistir impactos. China ha encontrado la clave para mejorar las propiedades físicas tanto de su armamento como de su industria energética. A pesar de los vetos occidentales, China ha respondido con limitaciones en las exportaciones de tierras raras, un recurso importante para el desarrollo de industrias como la de vehículos autónomos y eléctricos.
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