Durante 2023, la industria china de los semiconductores se enfrentó a desafíos como las sanciones impuestas por Estados Unidos y la reducción de la demanda global de chips. A pesar de esto, China logró fortalecerse, aumentando su capacidad de producción de circuitos integrados en un 6,9% en comparación con 2022. Aunque las sanciones dificultan el acceso a equipos de litografía avanzados, los fabricantes chinos se han centrado en la producción de chips maduros para industrias como automóviles y electrónica de consumo. Sin embargo, a largo plazo, China necesita desarrollar tecnologías propias para reducir su dependencia de Estados Unidos y otros países. El futuro de la industria de los semiconductores en China sigue siendo incierto.
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