El mercado del coche eléctrico está sufriendo un pequeño parón en su crecimiento, lo que ha llevado a China a buscar oportunidades de exportación. Aunque las ventas de coches eléctricos siguen creciendo, los avances en autonomía y reducción de tiempos de carga están llegando rápidamente, lo que hace que los consumidores retrasen su compra. Además, China se enfrenta a una sobreproducción de coches eléctricos, lo que ha generado una guerra de precios y un exceso de stock. Para garantizar un crecimiento saludable, China necesita exportar sus vehículos a Occidente, especialmente a Europa y Estados Unidos. Sin embargo, las decisiones sobre aranceles y la competencia de los fabricantes locales son desafíos a superar. A pesar de esto, China confía en su capacidad para controlar la cadena de suministros y producir a un coste inferior. En Europa, los fabricantes chinos saben que hay una demanda de coches eléctricos más asequibles, mientras que en Estados Unidos se están considerando opciones como utilizar México o Canadá como puente. China tendrá que equilibrar su posición en el mercado interno con su expansión en Occidente para aprovechar al máximo el potencial de sus coches eléctricos.
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