China ha intensificado la venta de bonos estadounidenses, deshaciéndose de un volumen récord en el primer trimestre. Pekín vendió bonos del Tesoro y de agencias estadounidenses por un valor de 53.300 millones de dólares, según datos del Tesoro de los Estados Unidos citados por Bloomberg. Esta cifra supera los volúmenes ya sorprendentes del año pasado, con una estimación de 300.000 millones de dólares en bonos vendidos entre 2021 y mediados de 2023.
La aceleración de estas ventas refleja la baja probabilidad de mejora en las relaciones comerciales entre Pekín y Washington. El fortalecimiento del dólar, impulsado por la política monetaria agresiva de la Reserva Federal, ha llevado a China a deshacerse de deuda estadounidense para apuntalar su yuan. El Índice del Dólar de los Estados Unidos ha subido un 4,9% este año, mientras que el yuan ha seguido bajando, encareciendo las importaciones al país.
Además, la Administración Biden ha anunciado aranceles sobre productos avanzados chinos, y el expresidente Donald Trump ha prometido aranceles de hasta el 60% si vuelve a la Casa Blanca. Para diversificar su economía y reducir la dependencia del dólar, China está aumentando sus reservas de oro, que ahora constituyen el 4,9% de sus reservas totales, el porcentaje más alto desde 2015.
La desdolarización de las reservas chinas es parte de un movimiento más amplio para diversificar las finanzas globales y debilitar la dominancia del dólar. El miedo a las sanciones de Estados Unidos, como las aplicadas a Rusia en 2022, ha motivado a otros bancos centrales a seguir esta tendencia, adquiriendo oro a velocidades récord.
Imagen: Business Insider