Chechenia ha decretado una norma sorprendente: prohibir todas las obras musicales que no estén en una franja de 80 a 116 bpm (beats per minute). El Gobierno checheno considera que las canciones demasiado lentas o rápidas no son adecuadas para sus conciudadanos. El ministro de Cultura, Musa Dadayev, ha anunciado que todas las obras musicales deberán adaptarse a esta franja de tempo antes del 1 de junio. Si no lo hacen, no podrán interpretarlas en público. Esta medida tiene como objetivo limitar la influencia occidental en la música chechena y preservar la cultura musical del pueblo checheno.
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