Ante la grave sequía en Cataluña, el Área Metropolitana de Barcelona ha decidido reducir la presión del agua en siete municipios, afectando a unas 90.000 personas. Esta medida se debe al estado de la red de distribución, con fugas y averías difíciles de detectar y reparar. España pierde cada año 700.000 litros de agua potable por fugas y averías, equivalente al consumo doméstico de 14 millones de personas. La situación solo empeora y el país sigue sin actualizar su red de distribución. Se espera que la medida se amplíe progresivamente y que los cortes de agua sean más generalizados en los próximos meses. Además, se enviará una carta a 24.000 abonados que consumen más de 200 litros por habitante/día para pedirles que reduzcan su consumo. La sequía está obligando a tomar decisiones que antes no se habían tomado, pero es importante que estas medidas no sean temporales y se tomen acciones para evitar la sobreexplotación y contaminación de los recursos hídricos.
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