Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ha sido claro en sus declaraciones durante una reciente rueda de prensa en Italia. En este evento, Tavares abordó la difícil situación que enfrenta la industria automotriz, especialmente en relación con la planta de Mirafiori en Turín, donde Fiat ha operado desde 1939.
La fábrica ha visto una disminución constante en su producción y plantilla, lo que ha llevado a Stellantis a considerar la fabricación de vehículos eléctricos de Leapmotor en esta ubicación. Sin embargo, el Gobierno italiano ha tomado medidas enérgicas contra la compañía, bloqueando ciertos planes y retirando subvenciones, lo que ha complicado aún más la situación.
Tavares enfatizó que Stellantis ha tomado decisiones difíciles para evitar seguir el camino de Volkswagen, que ha anunciado despidos masivos y cierres de plantas en Europa. A pesar de las críticas, el CEO defendió su enfoque, argumentando que la industria está en un ‘modo supervivencia’ y que es crucial lograr la paridad de costes entre coches eléctricos y térmicos.
Además, Tavares se mostró en contra de aplazar la entrada en vigor de las nuevas normas de emisiones de CO2, que se implementarán en 2025. Stellantis, que actualmente supera ligeramente el límite de emisiones, se enfrenta a un desafío significativo para cumplir con las nuevas regulaciones.
En este contexto, la compañía ha iniciado una carrera para reducir costes y optimizar su producción, utilizando plataformas que permiten la fabricación de diferentes tipos de vehículos. Esta estrategia busca asegurar la viabilidad de marcas como Alfa Romeo y Maserati, que han enfrentado dificultades económicas en los últimos años.
Imagen: Stellantis