Carlo Rubbia, ganador del Nobel de Física en 1984, podría revolucionar la fisión nuclear con un nuevo tipo de reactor que reduce radicalmente los residuos radiactivos. La gestión del combustible nuclear gastado es un problema crítico, con residuos que permanecen radiactivos durante cientos de miles de años. Países como Finlandia, Suecia y España están construyendo cementerios subterráneos para almacenarlos permanentemente.
La empresa suiza Transmutex, en colaboración con Rubbia, propone una solución innovadora: combinar un acelerador de partículas con un reactor nuclear subcrítico. Este sistema utiliza torio, un elemento ligeramente radiactivo, como combustible. La tecnología transmutadora convierte el torio en uranio 233, que se fisiona para producir energía sin generar plutonio ni otros residuos altamente radiactivos.
La tecnología de Transmutex ha sido revisada por Nagra, el organismo suizo de gestión de residuos nucleares, que confirmó su capacidad para reducir en un 80% el volumen de residuos nucleares y disminuir su radiactividad de cientos de miles de años a solo 500. Además, esta tecnología podría aplicarse al 99% de los desechos nucleares existentes, minimizando la proliferación de nuevos residuos.
El acelerador de partículas permite una parada inmediata de la reacción en dos milisegundos, y el enfriamiento de plomo líquido en el reactor tiene propiedades de autoenfriamiento en caso de mal funcionamiento. Sin embargo, la implementación de esta tecnología enfrenta obstáculos significativos, como la oposición a la fisión nuclear y los altos costos. A pesar de estos desafíos, el apoyo gubernamental y la financiación privada están impulsando el proyecto en un momento en que el mundo busca alternativas a los combustibles fósiles.