Cargadores bidireccionales: ¿por qué en España no podemos ganar dinero al devolver electricidad a la red?

Los cargadores bidireccionales V2G (‘vehicle to grid’) y V2H (‘vehicle to home’) permiten devolver a la red parte de la energía eléctrica utilizada para recargar un coche eléctrico. Esta tecnología puede ayudar a los usuarios a reducir sus facturas de la luz e incluso ganar dinero, como ha sucedido en pruebas piloto en Australia. Sin embargo, en España, a pesar de los avances y planes en marcha, esta posibilidad sigue siendo inalcanzable a corto plazo debido a varios factores.

Una de las principales limitaciones es la infraestructura de carga. Con solo 32.422 puntos de recarga de acceso público, de los cuales muchos son de carga lenta y más de 8.000 no funcionan, España está significativamente atrasada en comparación con otros países europeos. Además, los cargadores bidireccionales son más costosos y aún escasos.

Otro obstáculo es la preparación técnica de los vehículos eléctricos. Estos deben estar diseñados para soportar la carga bidireccional, lo que implica un mayor desgaste de las baterías. Los fabricantes deben desarrollar baterías optimizadas para soportar estos ciclos sin afectar su durabilidad.

La legislación vigente en España también dificulta la venta de energía sobrante. Existen tres modalidades de autoconsumo: compensación, no compensación y venta de energía sobrante. La más común es la compensación, que permite rebajar la factura de la luz. La venta de energía, que permitiría ganar dinero, está restringida a los productores de energía, un trámite complejo y poco accesible para usuarios individuales.

Además, la carga bidireccional requiere una inversión significativa en instalaciones como placas solares, que facilitan el almacenamiento y minimizan las pérdidas de conversión de energía. Sin embargo, estas instalaciones también requieren una inversión importante.

En resumen, aunque la carga bidireccional tiene un gran potencial para la transición energética, España enfrenta numerosos desafíos para su implementación efectiva. La infraestructura deficiente, las limitaciones técnicas, la necesidad de energía solar en los hogares y un marco legal restrictivo son barreras significativas. Hasta que estas cuestiones no sean abordadas de manera integral, la posibilidad de monetizar la energía sobrante de las baterías de los coches eléctricos seguirá siendo una aspiración lejana en nuestro país.

Imagen: Motorpasión

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