Un equipo de ingenieros del MIT ha desarrollado una cápsula ingerible que vibra en el estómago, creando una sensación ilusoria de saciedad. Estas vibraciones activan los receptores de estiramiento del estómago, estimulando la liberación de hormonas que señalan la saciedad y reduciendo la ingesta de alimentos en un 40%. Si se demuestra que esta tecnología es segura en humanos, podría ofrecer una forma mínimamente invasiva de tratar la obesidad. La cápsula, del tamaño de un multivitamínico, contiene un elemento vibratorio que se activa una vez que llega al estómago. Los mecanorreceptores del estómago envían señales al cerebro a través del nervio vago, estimulando la producción de hormonas que ayudan a digerir los alimentos y reducen el apetito. Esta innovadora tecnología podría proporcionar una opción de tratamiento con menos efectos secundarios que los tratamientos farmacológicos actuales.
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