Un camionero sufrió un infarto en Alemania y su empresa lo obligó a traer el camión de vuelta a Elche, donde finalmente fue despedido. El Tribunal Superior de Justicia de Valencia ha confirmado la nulidad del despido, condenando a la empresa a readmitir al empleado y pagarle una indemnización de 30.000 euros. El camionero tuvo que conducir más de 500 kilómetros con una baja médica y realizar siete repartos antes de regresar a Elche. La empresa no organizó su repatriación y lo dio de baja sin comunicárselo. La sentencia destaca la vulneración de los derechos fundamentales a la vida y a la integridad física del trabajador.
Imagen: Motorpasión