Un nuevo estudio revela que caminar a un ritmo ligero puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en casi un 40%. La investigación analizó 10 estudios previos y encontró que caminar a un ritmo promedio o normal reduce el riesgo en un 15%, mientras que caminar a un ritmo bastante rápido reduce el riesgo en un 24%. Caminar a un ritmo rápido o a zancadas tiene el mayor beneficio, con una reducción del riesgo del 39%. Cada kilómetro de aumento en la velocidad de la caminata se asocia con un riesgo un 9% menor de desarrollar la enfermedad. Estos hallazgos resaltan la importancia de la intensidad en la prevención de la diabetes y subrayan que caminar es una forma importante de mejorar la salud.