La 68ª edición del Festival de Eurovisión ha introducido un cambio histórico en el certamen europeo al modificar el sistema de elección del orden de actuación de la gran final. Ahora, la producción tendrá más poder para elegir ‘a dedo’ la posición en la que actuarán los países participantes. Este nuevo sistema incorpora la categoría Producer’s Choice, que permite a la organización ubicar a los participantes en el running order. La audiencia ha reaccionado con escepticismo y críticas, ya que consideran que esto puede favorecer a determinados países. Sin embargo, también hay quienes ven positiva la medida, ya que garantizará el espectáculo y evitará que las favoritas caigan todas en la primera parte de la gala.
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