Después de años de retrasos y tres intentos fallidos, la nave espacial Starliner de Boeing finalmente se dirigió a la Estación Espacial Internacional (ISS) con los astronautas de la NASA Butch Wilmore y Suni Williams a bordo. Sin embargo, el camino no fue fácil. Desde el lanzamiento, la tripulación detectó dos fugas de helio, aunque Boeing aseguró que la nave podría operar con hasta cuatro fugas similares.
Además, durante las pruebas manuales previas al acoplamiento con la ISS, cuatro de los 28 motores de control de reacción fallaron, lo que obligó a retrasar el acoplamiento una hora. Finalmente, a las 12:34 pm, hora central, sobre el Océano Índico, se confirmó el contacto y captura del Starliner en la ISS.
Wilmore y Williams permanecerán en la ISS al menos hasta el viernes de la próxima semana, realizando pruebas adicionales en la Starliner y participando en experimentos en el laboratorio orbital. El desacoplamiento se programará para 6,5 horas antes de tocar Tierra, con la tripulación tomando brevemente el control manual durante el vuelo de regreso. La zona de aterrizaje principal es White Sands Missile Range en Nuevo México, con áreas de respaldo en Arizona y Utah.
Imagen: NASA