En la carrera por conseguir baterías más rápidas, potentes y sostenibles, destaca un desarrollo innovador. La compañía sueca Altris ha identificado una forma de hacer que las baterías sin litio sean más sostenibles, utilizando carbono procedente de la pulpa de los árboles como material de ánodo. La clave es la lignina, un subproducto de la fabricación de pulpa de madera. Este material ya había sido estudiado como posible material de electrodo sostenible.
En 2022, la empresa finlandesa Stora Enso se asoció con Northvolt para utilizar su material patentado Lignode en ánodos de baterías de iones de litio. Lignode es un material de carbono duro refinado a partir de lignina, que promete velocidades de carga y descarga más rápidas. Ahora, Altris se ha asociado con Stora Enso para crear un producto más sostenible, localizando la cadena de suministro de baterías en Europa.
Las baterías de iones de sodio eliminan la necesidad de minerales raros como el litio, el cobalto y el níquel, y dependen de sodio abundante que se puede obtener localmente sin minería dañina. Este movimiento también reduce la dependencia de las importaciones chinas, ya que China es la fuente de más del 90% del grafito de la Unión Europea.
Stora Enso, uno de los mayores propietarios de bosques privados del mundo, lleva más de 80 años procesando pulpa de madera y extrayendo lignina a escala industrial desde 2015. Entre el 20 y el 30% de un árbol está compuesto de lignina, lo que la hace muy disponible y fácilmente reemplazable con prácticas de manejo forestal sostenible. Las células de iones de sodio de Altris que incluyen Lignode tienen el potencial de convertirse en la batería más sostenible del mundo.
Altris también fabrica su cátodo de Prusia, hecho de materiales abundantes, económicos y no conflictivos como hierro, nitrógeno, sodio y carbono. Juuso Konttinen, vicepresidente senior de Stora Enso, afirma que los materiales de origen biológico son clave para mejorar la sostenibilidad de las celdas de batería, y Lignode tiene el potencial de convertirse en el material de ánodo más sostenible del mundo.
Imagen: Stora Enso