La aprobación de la Ley de Vivienda en 2023 ha generado un efecto indeseado en el mercado inmobiliario español: el aumento de los alquileres de temporada frente a la caída de los permanentes. Cada vez más propietarios optan por modalidades no reguladas por la ley para evitar restricciones, como los alquileres de temporada. Esto ha llevado a un incremento del 58% en la oferta de alquileres de temporada en el último trimestre de 2023, mientras que los arrendamientos permanentes se redujeron un 15% en ese periodo. San Sebastián lidera los arrendamientos de temporada, seguido de Barcelona, Cádiz y Valencia. Por otro lado, los alquileres permanentes han experimentado una disminución, especialmente en Bilbao, San Sebastián, Sevilla, Palma, Madrid y Barcelona. El Gobierno está elaborando medidas para controlar los alquileres de temporada y evitar el trasvase de arrendatarios de los alquileres permanentes.
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