El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) ha detectado un aumento en la circulación del parvovirus B19, conocido como el ‘virus de la bofetada’, responsable del megaloeritema. Esta infección se transmite por contacto con secreciones y se manifiesta con fiebre y erupciones cutáneas. La enfermedad puede ser contagiosa durante la incubación, cuando los síntomas son leves y difíciles de identificar.
Los primeros síntomas incluyen dolor de cabeza, mocos y malestar general. Posteriormente, aparece una erupción roja brillante en las mejillas, similar a la marca de un tortazo. El parvovirus B19 suele causar brotes en centros escolares y lugares con muchos niños, aunque la mayoría de los casos son leves o asintomáticos. En otras partes de Europa también se ha reportado la circulación de este virus.
Para prevenir la transmisión, se recomienda mantener una correcta higiene de manos y no compartir alimentos o bebidas. Las personas con inmunodeficiencias, anemia hemolítica y mujeres embarazadas deben evitar el contacto con los infectados. Una vez aparece la erupción en las mejillas, el virus deja de ser contagioso. Aunque afecta principalmente a niños pequeños, puede presentarse a cualquier edad.
La doctora Isabel Vives, pediatra del Hospital Quirónsalud Barcelona, señala que este año se ha observado un aumento de casos en niños mayores, probablemente debido a la falta de inmunidad previa. El eritema puede extenderse a nalgas y extremidades, con pequeñas lesiones rojizas que pueden picar. Sin embargo, la mayoría de los niños se recuperan rápidamente sin complicaciones. Las lesiones suelen durar una semana, aunque pueden reactivarse por factores como el calor o la luz.
Imagen: ABC