ASML ha disfrutado de unos años de bonanza espectaculares, impulsados por la demanda de semiconductores tras la pandemia. En 2020, la estrategia de expansión de los fabricantes de chips comenzó a florecer. ASML se posiciona como líder en el mercado, siendo la única compañía que vende equipos de litografía de ultravioleta extremo (UVE) y máquinas UVE de alta apertura.
Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente. Desde que Estados Unidos impuso sanciones a China en octubre de 2022, los pedidos de los fabricantes chinos a ASML se dispararon. Estos se apresuraron a adquirir equipos de litografía antes de que las restricciones se endurecieran. Pero el 16 de noviembre de 2023 marcó un punto de inflexión: ASML redujo su previsión de ventas para 2025 de manera drástica.
Este recorte ha llevado a muchos inversores a deshacerse de acciones no solo de ASML, sino de toda la industria de circuitos integrados. Aunque algunos expertos sugieren un posible colapso del mercado de chips, otros, como DigiTimes Asia, indican que el desplome de pedidos refleja un cambio en Intel y Samsung. Estas empresas han reducido sus pedidos a ASML, ya que consideran que tienen suficiente capacidad de producción.
ASML espera ingresos netos de entre 30.000 y 35.000 millones de euros en 2025, una cifra cercana al límite inferior de sus expectativas anteriores. Dan Hutcheson, analista de TechInsights, señala que la desaceleración de Intel en la expansión de fábricas podría ser un indicativo de que Samsung y TSMC también actuarán con cautela.
A pesar de estos desafíos, TSMC se beneficia de la creciente demanda de centros de datos para inteligencia artificial, lo que asegura su éxito en 2025. Handel Jones, de International Business Strategies, considera que este es un bache a corto plazo y que a largo plazo la situación mejorará. La industria de los chips sigue siendo un sector clave, y el futuro de ASML dependerá de su capacidad para adaptarse a estos cambios.
Imagen: ASML