La artroscopia de rodilla es una intervención quirúrgica mínimamente invasiva que permite reparar lesiones de menisco sin necesidad de abrir la articulación. Este procedimiento, que se realiza mediante pequeñas incisiones, facilita una recuperación más rápida en comparación con la cirugía abierta. Según los especialistas en cirugía de Operarme, el tiempo de recuperación de una operación de este estilo puede variar, pero, por lo general, los pacientes se suelen recuperar en un periodo de un mes.
El proceso de rehabilitación es crucial para recuperar la funcionalidad de la rodilla y fortalecer los músculos afectados. Los médicos recomiendan iniciar los ejercicios de rehabilitación a las 24 horas de haber realizado la operación. Estos ejercicios ayudan a evitar la pérdida de masa muscular, prevenir la atrofia y aliviar la rigidez muscular.
Cuidados postoperatorios
Los cuidados postoperatorios pueden incluir diferentes rutinas y cuidados, tales como: mantener la rodilla en alto, usar muletas para evitar cargar peso sobre la pierna, aplicar hielo en la zona intervenida y tomar analgésicos y antiinflamatorios para manejar el dolor. Es fundamental seguir las indicaciones médicas para asegurar una recuperación adecuada y evitar complicaciones.
Los ejercicios que se recomiendan para realizar en casa incluyen: contraer y relajar el cuádriceps, apoyar el pie en diferentes direcciones, mantener el equilibrio sobre una pierna y realizar movimientos amplios con los pies. Estos ejercicios deben repetirse varias veces al día y siempre con un punto de apoyo cercano para mayor seguridad.
Retorno a la actividad deportiva
El retorno a la actividad deportiva puede lograrse en un periodo de tres a cuatro meses, siempre y cuando la rehabilitación se haya realizado correctamente y bajo supervisión médica. La intensidad y el tipo de lesión, así como el tipo de cirugía realizada, influirán en el tiempo de recuperación. Las lesiones parameniscales, que son menos severas, pueden tratarse con reposo y rehabilitación, mientras que las roturas de menisco generalmente requieren cirugía.
La artroscopia es preferida por ser menos invasiva y por su rápida recuperación. Lo más importante es fortalecer la rodilla desde el primer momento. Además de los ejercicios supervisados por el fisioterapeuta, es fundamental que los pacientes realicen ejercicios adicionales en casa para acelerar la recuperación y mejorar la fuerza y flexibilidad de la articulación.
La correcta ejecución de los ejercicios y la intensidad adecuada influirán positivamente en el tiempo de recuperación. En conclusión, la artroscopia de rodilla es una opción efectiva para tratar lesiones de menisco, y con un tiempo de recuperación relativamente corto. Una recuperación completa y con éxito se consigue con una rehabilitación a tiempo y acorde a las necesidades del paciente, logrando así la vuelta a la vida cotidiana y deportiva.
Imagen: infobae