Recuperación de Manuscritos Robados en el Vaticano
Desde hace décadas, la gendarmería vaticana sigue el rastro de antiguos manuscritos desaparecidos del archivo de la basílica de San Pedro. Estos documentos, que no fueron digitalizados ni registrados, son especialmente difíciles de rastrear. Recientemente, un exempleado intentó vender uno de estos manuscritos al propio Vaticano, lo que resultó en su arresto y la recuperación del documento.
El Arresto
El 27 de mayo, dentro del Vaticano, se produjo un arresto con la complicidad de un cardenal. Alfio Maria Daniele Pergolizzi, un historiador del Arte y exempleado del archivo, fue arrestado tras vender un manuscrito del siglo XVII por 120.000 euros. El fiscal del Vaticano lo acusó de receptación, extorsión y fraude, y ordenó su detención. La gendarmería investiga cómo obtuvo el documento y cómo desapareció del Vaticano.
El Manuscrito
Pergolizzi trabajó en la Fábrica de San Pedro desde 1995 hasta 2011. Contactó al cardenal Mauro Gambetti para venderle un manuscrito que detalla las especificaciones técnicas del baldaquino de Bernini. Gambetti informó a la gendarmería y acordaron un encuentro el 27 de mayo. Tras la transacción, Pergolizzi y su acompañante fueron arrestados. La investigación busca determinar si el documento fue robado durante su empleo o con la ayuda de cómplices.
Antecedentes
Este caso recuerda un episodio similar de hace nueve años, cuando un ex empleado del Vaticano intentó vender un manuscrito de Miguel Ángel. Aunque la gendarmería fue alertada, no se pudo recuperar el documento. El portavoz del Vaticano explicó que varios documentos de Miguel Ángel desaparecieron en 1997. La gendarmería sospecha que el manuscrito sobre el baldaquino pertenece al mismo lote sustraído en los años 90.
Conclusión
La recuperación del manuscrito del baldaquino de Bernini es un paso importante para el Vaticano. La gendarmería espera que esta operación permita también recuperar otros documentos valiosos, como la carta de Miguel Ángel. La vigilancia y la cooperación interna son cruciales para proteger el patrimonio histórico del Vaticano.
Imagen: MALLIO FALCIONI