El incendio en Valencia ha llevado a cuestionar por qué solo aprendemos de tragedias. A lo largo de la historia, incendios como el de la Torre Windsor en Madrid o la Torre Grenfell en Londres han impulsado regulaciones más estrictas. Sin embargo, esta tendencia de aprender a través de tragedias no se limita a los incendios, sino que también se ha visto en otros ámbitos como la medicina y la farmacología. Por ejemplo, el escándalo de la talidomina en 1957 llevó a la implementación de regulaciones más estrictas en la investigación biomédica. A pesar de los avances en ciencia de materiales y construcción, todavía se producen tragedias relacionadas con la seguridad de los edificios. La pregunta es si debemos adoptar estándares más estrictos y normativas más duras. Sin embargo, esto conlleva tiempos y costos enormes, como se ha visto en el desarrollo de vacunas contra el coronavirus. Aunque la seguridad ha mejorado en general, todavía queda el desafío de cómo abordar los edificios existentes que no cumplen con los estándares actuales. Aprendamos de las tragedias para construir un mundo más seguro.
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