La reciente decisión de Apple de no invertir en OpenAI resalta las profundas diferencias entre ambas empresas. Mientras gigantes tecnológicos como Microsoft y NVIDIA apuestan fuertemente por OpenAI, Apple opta por mantenerse al margen. Esta elección refleja su estrategia centrada en la estabilidad y la privacidad, en un contexto donde la IA generativa avanza a pasos agigantados.
La filosofía de Tim Cook se manifiesta en esta decisión. Cook ha transformado a Apple en una empresa cautelosa y predecible, en contraste con la naturaleza volátil y experimental de OpenAI. La estabilidad de Apple proviene de un liderazgo sólido, mientras que OpenAI ha experimentado cambios constantes en su equipo directivo, lo que genera incertidumbre.
La privacidad es otro aspecto clave. Los modelos de IA requieren grandes volúmenes de datos personales para su entrenamiento, algo que choca con el compromiso de Apple de proteger la información de sus usuarios. Además, las demandas legales contra empresas de IA por el uso indebido de datos son un riesgo que Apple prefiere evitar.
Desde la llegada de Cook, Apple ha pasado de ser una empresa arriesgada a una más conservadora, lo que contrasta con la rápida evolución de la IA generativa. Competidores como Microsoft y Amazon han asumido riesgos significativos, mientras que Apple se aferra a un desarrollo gradual, lo que podría llevarla a quedarse atrás en esta carrera tecnológica.
Imagen: Xataka con Midjourney