Apple ha abandonado su proyecto de desarrollar un coche eléctrico propio, pero busca entrar en el mundo de los vehículos a través de su sistema CarPlay. Este sistema, que se lanzará este año, pretende frenar a Android Auto y Android Automotive, ofreciendo una interfaz más elegante y personalizable. Sin embargo, Apple se enfrenta al desafío de que CarPlay solo es compatible con iPhone y no viene integrado en los vehículos, lo que exigen los clientes. Aunque Porsche y Aston Martin han anunciado su compatibilidad, el despliegue de CarPlay es lento debido a la necesidad de personalizar la interfaz para cada modelo. Además, CarPlay está destinado a modelos de alta gama, lo que limita su dominio en el mercado. Apple tiene varias opciones para acelerar la expansión de CarPlay y convertirlo en una fuente de ingresos, como cobrar a los fabricantes por instalarlo de serie o ofrecer plantillas personalizables para los usuarios.
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