El Gobierno alemán liderado por Olaf Scholz está trabajando en fortalecer su economía a través de la industria de los semiconductores. La construcción de una planta de 30.000 millones de euros por parte de Intel en Magdeburgo y la fábrica de chips de TSMC en Dresde son parte de esta estrategia. Alemania destinará 22.000 millones de euros en incentivos directos a los fabricantes de chips. El Gobierno de Sajonia busca consolidar su territorio como el Silicon Valley alemán y está negociando con proveedores y socios industriales de TSMC para atraer más inversiones. La construcción de la planta de Dresde comenzará en el segundo semestre de este año.
Imagen: Intel