La Policía alemana no ha podido probar que el incendio en la fábrica de Diehl Metall en Berlín fuese intencionado. Sin embargo, la empresa fabrica el sistema de defensa aérea IRIS-T, utilizado por Ucrania contra misiles rusos, lo que hace sospechoso el incidente. La Inteligencia alemana rastrea posibles actividades rusas de sabotaje en empresas alemanas, con conclusiones preocupantes.
Los servicios secretos rusos intentan reclutar agentes para ataques incendiarios en Alemania, sin que estos sepan para quién trabajan. Los objetivos más expuestos son infraestructuras críticas y ubicaciones relacionadas con el apoyo militar a Ucrania. El objetivo es causar incertidumbre y miedo en la opinión pública alemana.
Los saboteadores son reclutados a través de redes sociales y mensajeros, siendo en su mayoría jóvenes prorrusos o personas susceptibles a ofertas de dinero rápido. En Alemania, se han arrestado sospechosos de estas actividades, y los ciberataques prorrusos a sitios web de autoridades y empresas son una amenaza constante.
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