En Cataluña, la alarma ha saltado debido a la expansión de la garrapata Hyalomma lusitanicum, que está proliferando sin control. Este fenómeno se debe al aumento de las temperaturas y a la mayor presencia de animales salvajes como jabalíes y conejos, que son huéspedes ideales para esta especie. La situación es especialmente preocupante en áreas como Collserola, cerca de Barcelona.
La Hyalomma lusitanicum es activa entre abril y julio, buscando constantemente nuevos huéspedes. Su capacidad de movimiento y adhesión la hace peligrosa, ya que puede transmitir enfermedades graves como la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo. Un estudio reciente de la Universidad de Zaragoza y el Instituto Agroalimentario de Aragón ha confirmado esta posibilidad, aunque la prevalencia de virus patógenos en las garrapatas de Barcelona y Tarragona es baja.
Para prevenir las picaduras, los expertos recomiendan usar ropa de manga larga y calzado cerrado al salir al campo, así como aplicar repelentes autorizados. También es aconsejable inspeccionar la piel al regresar a casa y retirar cualquier garrapata con pinzas finas. En caso de fiebre tras una picadura, se debe acudir al médico. Además, se subraya la importancia de políticas de salud pública para gestionar estas plagas, que se están adaptando a entornos urbanos y periurbanos.
Imagen: ABC