Adidas ha cerrado su primer semestre fiscal con un beneficio de 360 millones de euros, multiplicando por ocho las ganancias de 45 millones del año anterior. La cifra de negocio alcanzó los 11.280 millones de euros, un 6,2% más que en el mismo periodo del año pasado. Este crecimiento se debe principalmente al impulso en Europa, donde los ingresos aumentaron un 17,5%, alcanzando los 3.645 millones de euros.
En contraste, en Norteamérica, los ingresos disminuyeron un 5,9%, totalizando 2.424 millones de euros. En el mercado chino, los ingresos crecieron un 4,2%, mientras que en Latinoamérica lo hicieron un 8%. La venta de partes del inventario de Yeezy contribuyó con más de 350 millones de euros a los ingresos.
Entre abril y junio, Adidas registró un beneficio neto atribuido de 190 millones de euros, lo que representa una mejora del 125,8% respecto al segundo trimestre de 2023. Las ventas en este periodo alcanzaron los 5.822 millones de euros, un 8,9% más que el año anterior, con un notable crecimiento del 20,1% en Europa.
Bjørn Gulden, consejero delegado de Adidas, afirmó que la compañía está en camino de convertirse en una empresa más saludable y ha elevado sus expectativas de ingresos para el año a un solo dígito alto y un beneficio operativo de alrededor de 1.000 millones de euros.
Por otro lado, Nike enfrenta desafíos significativos en su intento de recuperar el rumbo. La compañía ha implementado un plan de choque que incluye simplificación de productos y recortes de personal, con el objetivo de generar ahorros de hasta 2.000 millones de dólares en tres años. Sin embargo, Nike anticipa una caída en sus ventas y ha visto una caída del 20% en sus acciones tras anunciar un flojo cuarto trimestre.
Imagen: Business Insider